Qué difícil es ver que el tiempo se te va... que ya no podés hacer absolutamente nada para recuperarlo. Y que muchas veces el cuerpo ya no puede más. Ver que el tiempo se le va a alguien más... ver que lo desperdició? Sirve acaso verlo en ojos ajenos? Aprendemos al vernos reflejados en alguien más... debería, creo yo. Aprender a ser o vivir como alguien a quien admiramos, como a algún abuelo, con su piel corrugada y sus miles de enseñanzas, historias o leyendas... Si es tan preciado, cómo lo dejamos ir? Lo desperdiciamos en algún momento?
La vida: una puerta que abro y otra que cierro; un ojo, un alma, una transición, una transformación en un instante, una colección de pinturas, aprendizajes y enseñanzas... Pablo P.