Despacio, dijo en un instante ensordecedor. Casi nadie se detuvo a observarla, tan siquiera voltear a ver su dolor, en un mundo tan rápido, tan frío. Sus lágrimas resbalaban por su mejilla, formando un surco en sus áridas tierras. Sus dedos llagados de tanto sol desmedido recibido. Desnuda. Su clamor se hizo tal que rasgaba la montaña, y no tenía compasión. Su calor era tan sofocante que ya el sudor no salía de un poro más. Estaba decayendo en una espiral de la cual la única salida era regresar a su punto original.
Ahora preguntamos el por qué nos hace esto... el por qué? Tuvo una respuesta a la indiferencia que despertó ese grito que nos dejó sin sueños. Toma, es esto lo que puedo ofrecerte, no te asustes, ni te amargues, no te desepciones tampoco... Lo único que puedo decirte es que, perdono tus actos usureros y se muy bien que me usaste, me viste tirada y no hiciste el menor gesto por recuperarme, creiste era tuya... te equivocaste una vez más, porque nunca me mereciste. Hoy te das cuenta, ya cuando es demasiado tarde. Cualquier parecido a cualquier acto de la vida "real" será pura coincidencia.
Ahora preguntamos el por qué nos hace esto... el por qué? Tuvo una respuesta a la indiferencia que despertó ese grito que nos dejó sin sueños. Toma, es esto lo que puedo ofrecerte, no te asustes, ni te amargues, no te desepciones tampoco... Lo único que puedo decirte es que, perdono tus actos usureros y se muy bien que me usaste, me viste tirada y no hiciste el menor gesto por recuperarme, creiste era tuya... te equivocaste una vez más, porque nunca me mereciste. Hoy te das cuenta, ya cuando es demasiado tarde. Cualquier parecido a cualquier acto de la vida "real" será pura coincidencia.
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