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Motivado por un poco de relajo y por encontrar el Café del Mar, después de enamorarme de sus chill & beats, y un poco de su historia, la cual quería conocer de cerca... con un poco de tiempo y poco más de €100 en los bolsillos, así que tuve que aventurarme por el traslado en Ferry. Solo, el mar, el sol, la luna y un par de mudadas.
Saliendo a las 23:00 del port de Barcelona, rumbo a San Antonio esperando llegar a las 6 am a su puerto.
Qué hacía hasta las 23 hrs? de todo un poco, solo que debía ser cerca del port y casi no llego a las 23; finalmente logré subir al ferry. Una hora después casi regreso todo lo que hice, cuando no sabía qué hacer hasta las 23! Pero bueno tuve que tomar un poco de aire, salir a la proa y ver la luna sobre el mar mediterráneo hizo olvidar todos los conatos de náusea que tenía, aunque escuchar que más de uno de los estómagos de otra gente no resistieron tan bien, me hizo regresar al punto de partida, no existía nacionalidad, raza o sexo. Dormir de igual forma no se podía, así que decidí visitar a un viejo conocido, el bar. De repente todos mis síntomas se desvanecieron y de ahí salieron un par de historias que terminaron en el baño también. El sol apenas salía, eran las 6:30 de un domingo, y caminaba en San Antonio rumbo a no sé donde, mis piernas y mi sentido común me llevarían a algún lugar... todo estaba cerrado a excepción de otro bar, pero lo que quería era un hotel donde dormir un poco. Un litro de cerveza estalló a 1 metro de donde pasaba, después de los intentos del dueño del bar de echar a los ingleses que estaban más frescos que yo y eso que habían pasando reventándose toda la noche o estaban iniciando el día, no lo sé.
Conseguí mi hotel a recomendación de un inglés que conocí en Portugal, y conocí San Antonio por un día. 20 min me separaban de Eivissa, al que finalmente llegué y recorrí sus calles buscando algo más que por lo que se suele buscar la ciudad. Realmente quería estar chill, solo el bar, el mar, la música, la luna y estos pensamientos milimétricos, e infinitos. Aunque conocí las dos historias de la ciudad, me quedo con una... y es esa sensación de libertad que emana, donde nadie se mete con vos, dónde si sos freek, geek, gay, lesbo, straight o simplente sos no importa. Lastimosamente el ser humano tiende a confundir todo siempre, y esa libertad la convertimos en libertinaje... pero bueno esa es otra historia, como dijo una señora, "cada quien hace con su culo, un candelero".
O tal vez es simplemente un paraíso para todo lo que está prohibido o es un tema tabú, donde si estás allí, no te van a hacer de menos, a discriminar, no van a hablar de vos, entonces todos tus miedos no existen y si no existen los miedos, estás un paso más cerca de ser verdaderamente vos... porque nos hemos empecinado en criticar, en ver en los ojos de los demás lo que no queremos o no podemos ver dentro nuestro, es más fácil, no? Quién esté libre que tire la primera piedra dijo un amigo...
Finalmente encontré el cafecín que buscaba, después de pasar por más de un centenar de depas, con banderas arcoiris ondeando en cada terraza o balcón, el aroma a café, el olor a marihuana, los inciensos, el viento con sabor a sal y la sensación de existir... el café no va conmigo del todo, y no había frappes, así que una cerveza fue mi acompañante, una música que incitaba a otra cerveza que encontré en otros tres café/bares y perder la mirada en el mediterráneo.
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