
Pero cuando meditás en cualquier lado y no en uno en específico o antes de dormir por ejemplo... el único instante que he experimentado hasta ahora es ese instante en el que estás taaaan compenetrado con vos, en el que estás hablando taaaan profundamente con vos que crees no ser vos y una X situación te interrumpe aaaaahhhhhhhhhh.
Si no es el teléfono, es el avión, la bocina del camionetero, el temblor o no falta el tipo/a que quiere indagar más en ese instante tan único que es tuyo y no lo queres compartir con nadie y te pregunta: Que pasó? Se te fue el pájaro? y te saca por completo del trance en que te encontrabas. A veces no se como se verá la sonrisa fingida que expresa mi rostro.
Y es ahí donde las palabras sobran, donde ese gesto que hacés expresa más de un millón de palabras, donde te das a entender, como cuando no exisitía el idioma y todo era a través de señas. Como la seña que le hice al camionetero, cuando de una forma tan sutil, sacó mi mente de mi ser.
Se hace necesario convivir y compartir, pero algunos abusan... y pareciera que no te dan tu espacio, y qué culpa tienen, me pregunto? Si no saben lo que pensamos o si?
Comentarios