Qué difícil es ver que el tiempo se te va... que ya no podés hacer absolutamente nada para recuperarlo. Y que muchas veces el cuerpo ya no puede más.
Segundos, preciosos, Minutos, constantes.
Y cómo a veces queremos detenerlo. Si existiera un balance, en esta función.
Pero no lo existe, cómo saber, cómo aprovechar las horas... un buen café, una buena plática, un abrazo.
Ver que el tiempo se le va a alguien más... ver que lo desperdició? Sirve acaso verlo en ojos ajenos? Aprendemos al vernos reflejados en alguien más... debería, creo yo. Aprender a ser o vivir como alguien a quien admiramos, como a algún abuelo, con su piel corrugada y sus miles de enseñanzas, historias o leyendas...
Segundos, preciosos, Minutos, constantes.
Y cómo a veces queremos detenerlo. Si existiera un balance, en esta función.
Pero no lo existe, cómo saber, cómo aprovechar las horas... un buen café, una buena plática, un abrazo.
El compartir con quien realmente importa, el darnos un tiempo más... sería bueno que dejáramos de correr un poco y ver pasar el tiempo un poco más despacio.
Nos pasa que cada tanto decimos, ahora sí, este año, mes, semana, día se fue rapidísimo! Cómo vivimos de rápido, y lo importante pasa a ser secundario. Seguro todo lo que hoy tenemos en nuestras cabezas, no lo tenían nuestros tatarabuelos... hoy el día dura 24 horas, en aquellos tiempos, si duraba 12 era la jornada intensa... y luego a descansar que bien merecido lo tenían... hoy es media noche, y continúo escribiendo.
Tanta información que cómo imaginar a Platón procesarla... hoy reparamos que lo que la sabiduría que básicamente tenía es más que suficiente para vivir... y digo vivir con aire de respirar vida. No como una simple forma de contar los días. Hoy dejo sin punto final, esta idea... al aire que se esfuma. Por que necesito descansar que bien merecido lo tengo!
Comentarios