Te has encontrado en un semáforo, dentro del carro, haciendo las cosas por inercia, hablando por teléfono, fumando un cigarillo, hablando por celular, buscando la canción que te acompañe el resto del trayecto, con el clutch hasta el fondo, esperando el verde...
Estás tan distraído que no realizas lo que estás haciendo, solo te dejas ir...
Terminas todas esas actividades y por un instante, volteas, recapacitas y le prestas atención a lo que estabas haciendo y empiezas a hablar con tu ser interno, de cómo lograste realizar la hazaña, sigues hablando con tu amigo incondicional, con esa voz que siempre está allí, con la que siempre puedes contarle cómo o qué sientes, con la que puedes compartir los más profundos de tus secretos, la que te ha acompañado desde niño...
Te has puesto a pensar que esa voz, es una comunicación tan íntima que podría ser con Dios.
Un día pensé que ese ser interno podría ser tu esencia, en una dimensión sin tiempo y se comunican entre este tiempo, el que fue y el que será...
Es un transportador hacia otros mundos, hacia o desde otras almas o seres, en otros estados de conciencia e inconsciencia, es un desprendimiento de lo que conocemos, de lo que no nos atrevemos a contarle a nadie a decirle a nadie, porque nos podrían tachar de inadaptados, de ir en contra de la corriente y no entender que estamos regidos por una ley hecha por mortales, que esperan seamos lógicos, qué ilógico no?!
Muchas veces he sentido ese encierro y necesito escapar y volar hacia los pensamientos, hacia esos brazos en el viento, como una telepatía. Tal vez hoy yo viva aquí, y tenga que esperar, según yo "x" años para estar allá, pero en ese pensamiento inconsciente/consciente, me puedo trasladar en el tiempo sin dimensión y no pienso en el verde que dará vía libre... solo lo siento y actúo.
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