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Mostrando entradas de diciembre, 2011

De tiempos verbales

C ómo hacer deliberadamente para olvidar, si mientras piensas en el olvido traes el pasado al presente... no queda más que añorar, que es como un deseo a una estrella fugaz, es como pensar en lo inalcanzable. En lo personal prefiero extrañar a añorar. Aunque parezcan distintas palabras, a mí me suenan a sinónimos en distintos tiempos verbales y prefiero decididamente extrañar... en esos momentos en que has perdido la dirección y el sentido. El ser humano necesita amar y sentirse amado? Si dicen que; del amor al odio hay un solo paso y la cuerda es muy frágil, entonces para qué nos esforzamos en sentirnos amados? Para que te odien, para odiar en un futuro? Mejor hacemos las paces y hacemos el amor, nadie entra a la guerra sabiendo que la va a perder. Me gusta más esa idea. Pero, entonces, no sería mejor vernos, reconocernos y marcharnos? Todos felices. Para qué toda la idea de recorrer un gran camino? La ilusión de la humanidad, del hombre y las ideas que nos han implantado por sig

La solución del espejo

S e hace difícil encontrar una solución cuando conoces la respuesta, no crees? Obvio, no? Cuando buscas en el tiempo y el tiempo se convierte en una dimensión que refleja tu vida y la de un cosmos. Cuando el tiempo no encaja en el espacio y el espacio en el tiempo converge. Buscas respuestas a preguntas como: qué habrá después de la vida o tal vez un qué soy? Iremos por el mismo camino en tiempos distintos o iremos por distintos caminos en el tiempo justo... solo que no sabemos dónde converger. Cuándo parar? Qué sentido tiene el viaje que emprendemos, qué sentido tienen las sonrisas que regalamos y el gozo que sentimos al amar efímeramente todo lo que se hace? Cierto es que tenemos que dejarnos llevar por esa corriente de la vida, de lo contrario nos volveremos locos, o es acaso porque ya estamos locos que no entendemos esa corriente y nos creemos cuerdos? Buscas y no tienes más que verte al espejo, porque todas las respuestas están allí, en un reflejo de tu ser, en la purificac