Es momento de emprender un nuevo camino. Muchos pesos han atado tus pies por tanto tiempo que no te has dado cuenta que has hecho surcos al andar. Es momento de mantenerse un poco más que a flote, es momento de volar, desplegar tus alas, cerrar tus ojos y dejarte llevar a dónde el viento y tus sueños te permitan, sin límites. A cada instante estamos trazando nuevas líneas, sin conformismos pensemos. Todos estamos atados por un hilo que une y comunica, todos absolutamente todos. Conectados.
Mucho tiempo he estado en este letargo, cada día pienso hacer algo distinto, solamente pensándolo...
Actuar, acción, miedo a qué pensarán, miedo al fracaso, miedo a no encajar, miedo a equivocarse y no lograr regresar... cuántas veces dije a mí no me importa el qué dirán. Así viví, muchas veces diciéndolo y otras viviéndolo. Si aventurarse es ir de frente sin miedo, entonces soy un aventurero que no debiese preocuparse si sabiendo que yendo al frente ya no puede regresar y que todo su mundo se tambaleará con sus próximos actos, si creo que lo que hago es correcto y me dará la felicidad añorada, con tan solo pronunciar una palabra. Sabiendo que existen dos posibilidades. 50% éxito o 50% fracaso. Muchas veces el viento sopla a favor, esas veces han sido las veces que he creído soplaría a mi favor, cuando he actuado con incertidumbre por lo general la probabilidad de fracaso ha aumentado al 80%. Muchas veces cuándo me he quejado del por qué un fracaso, si todas las condiciones habían sido de éxito, hoy lo analizo y sé que solamente lo pensaba, pero no lo creía. Detenernos al pensar que realmente sucederá. Creerlo. Fe.
Después de un instante se sentirá el sabor amargo o la dulce victoria, por un instante nada más. Todo termina, todo pasa, todo es relativo. Después de determinado tiempo no hay más emoción en lo que fue y queremos más. Debiésemos continuar en la espiral ascendente y nunca descendiente. Estamos hechos para trascender.
Qué difícil es elegir ser feliz cada día, cada instante... es realmente difícil, no se nos entrenó, ni educó para ello, de cada fracaso sacar la lección, en cada momento. Que si la adversidad, que si el tráfico, que si el gobierno y detenernos... Respirar y entrar en armonía con el entorno y decidir en ese preciso instante ser feliz! Eso sí que es difícil, pero no imposible.
Es momento de respirar, de tomarte un respiro y decirte: me lo merezco, lo que fue atrás quedó, es parte de tu pasado que enseña a tu presente a proyectar el futuro y solamente tú decides finalmente: SER.
Mucho tiempo he estado en este letargo, cada día pienso hacer algo distinto, solamente pensándolo...
Actuar, acción, miedo a qué pensarán, miedo al fracaso, miedo a no encajar, miedo a equivocarse y no lograr regresar... cuántas veces dije a mí no me importa el qué dirán. Así viví, muchas veces diciéndolo y otras viviéndolo. Si aventurarse es ir de frente sin miedo, entonces soy un aventurero que no debiese preocuparse si sabiendo que yendo al frente ya no puede regresar y que todo su mundo se tambaleará con sus próximos actos, si creo que lo que hago es correcto y me dará la felicidad añorada, con tan solo pronunciar una palabra. Sabiendo que existen dos posibilidades. 50% éxito o 50% fracaso. Muchas veces el viento sopla a favor, esas veces han sido las veces que he creído soplaría a mi favor, cuando he actuado con incertidumbre por lo general la probabilidad de fracaso ha aumentado al 80%. Muchas veces cuándo me he quejado del por qué un fracaso, si todas las condiciones habían sido de éxito, hoy lo analizo y sé que solamente lo pensaba, pero no lo creía. Detenernos al pensar que realmente sucederá. Creerlo. Fe.
Después de un instante se sentirá el sabor amargo o la dulce victoria, por un instante nada más. Todo termina, todo pasa, todo es relativo. Después de determinado tiempo no hay más emoción en lo que fue y queremos más. Debiésemos continuar en la espiral ascendente y nunca descendiente. Estamos hechos para trascender.
Qué difícil es elegir ser feliz cada día, cada instante... es realmente difícil, no se nos entrenó, ni educó para ello, de cada fracaso sacar la lección, en cada momento. Que si la adversidad, que si el tráfico, que si el gobierno y detenernos... Respirar y entrar en armonía con el entorno y decidir en ese preciso instante ser feliz! Eso sí que es difícil, pero no imposible.
Es momento de respirar, de tomarte un respiro y decirte: me lo merezco, lo que fue atrás quedó, es parte de tu pasado que enseña a tu presente a proyectar el futuro y solamente tú decides finalmente: SER.
Comentarios