Son las pequeñas cosas las que mueven al mundo, los hilos de la marioneta. Una idea, un instante, una palabra, un acto. ¿Qué tanto escuchamos a nuestro alrededor? Inclusive en nuestra propia casa, al cónyuge, a los hijos, en ocasiones creemos estar educando y no escuchamos las pequeñas cosas, no digamos a nuestro interior. Constantemente están hablándonos, constantemente existe un lenguaje a ser descifrado, pero ¿prestamos atención? Has escuchado, eso de: los pequeños frascos, contienen los venenos más letales, o algo así. Muchas veces solo oímos, oímos ruido, problemas, situaciones que nos envuelven, pero no filtramos y finalmente no nos dejan nada... filtrar el "exceso" de información está en nosotros, como en nosotros está el hecho que debemos escuchar, a las pequeñas cosas.
La vida: una puerta que abro y otra que cierro; un ojo, un alma, una transición, una transformación en un instante, una colección de pinturas, aprendizajes y enseñanzas... Pablo P.